Sobre nosotros

Somos una plataforma orientada a ayudar a los animales. Nuestro objetivo primordial: Buscar, encontrar o adoptar mascotas..

Conócenos a través de nuestra historia

Una fría noche de invierno, en plena Navidad, encontramos a una adorable perrita. Tenía el pelo impoluto y vestía un abrigo hecho a mano, se notaba que tenía cierta edad y parecía bien alimentada, por lo que pensamos que debía de haberse perdido. Desde el primer momento, se mostró cariñosa y confiada, como deseando salir de la calle y comer algo. Esa noche durmió profundamente al calor de una camita improvisada.

En su abriguito estaba tejida la letra “M”. Por eso, en un alarde de originalidad, comenzamos a llamarla Eme.

Movimos cielo y tierra para conocer su nombre y encontrar a sus dueños: Conseguimos un lector de chip en un día festivo (posteriormente descubrimos que no aparecía en ninguna base de datos), pegamos carteles, preguntamos a gente de la zona, salimos a pasear para ver si encontraba el camino a casa, dedicamos muchísimas horas durante días a encontrar información sobre ella a través de Internet en grupos de Facebook, Milanuncios, en webs de protectoras, páginas extranjeras… Eso sí, siempre sin resultados.

En ese momento, empezamos a sentir la imperiosa necesidad de que existiese la plataforma que ahora estás visitando, una central ordenada y actualizada con toda la información y contactos para poder encontrar animales que se han perdido o animales deseosos de ser adoptados.

Llegamos a perder la esperanza de encontrar a los dueños de Eme, y empezamos a pensar que realmente había sido abandonada y que tarde o temprano se convertiría en parte de nuestras vidas. Cuando, por caprichos del destino, descubrimos que ese chip sí que aparecía en una base de datos alemana. Contactamos con ellos y ¡sorpresa!, la perrita se llamaba Kira (esa “M” parecía no significar nada), tenía 10 años y era propiedad de una mujer alemana.

Por supuesto, ahí no acababa la aventura. Una asociación alemana se personó en la dirección que aparecía asociada a Kira y nos comentaron que la antigua propietaria se había mudado. Además, había cambiado de teléfono móvil y de correo electrónico.

Llegamos a un callejón sin salida. ¿Qué opciones quedaban? Casi sin esperanzas, decidimos volver a usar Google. Conseguimos el nombre completo de la propietaria y, tras innumerables búsquedas, encontramos su cuenta en Twitter. En ella, leímos un tuit antiguo donde mencionaba su supuesta dirección actual, en España. ¡Y estaba a pocos kilómetros de donde encontramos a Kira perdida!

Habíamos agotado todas nuestras opciones, deseábamos que esa dirección fuese correcta, era nuestra última oportunidad para reunir a Kira con su dueña. Sin dudarlo, nos personamos allí y sentimos una enorme alegría al ser testigos del esperado reencuentro, tanto con su dueña como con sus cuatro hermanitos perrunos. Lo cierto es que a nosotros nos costó mucho decirle adiós, hoy en día aún la echamos de menos, pero, desde luego, la historia tuvo un final feliz y Kira está con quien debe estar, su familia.

Nuestro objetivo es agilizar y facilitar este proceso, así como ayudar a encontrar hogar a miles de animales que buscan su propio final feliz.