¿Araña? . Paciencia es como me tenían que haber llamado, PA-CI-EN-CIA. Que si ahora te cojo, te doy un bechote entre las orejas, te acaricio la barrigota mientras ronroneas. Y no contentos con eso juegan conmigo al pilla pilla y me colman de caricias mientras duermo. Lo dicho, que soy un gato bonachón y paciente. Si quieres un compañero de por vida con alma de santo… ADOPTAME. Por cierto, también soy algo dramático, lo cierto es que me encanta dejarme querer”.