A Nyno solo le hace falta hablar humano. Porque sabe maullar, ladrar… Como lo oís, hace unos sonidos de lo más raro acompañados de curiosas miradas en busca de mimos. Acércate a darle un beso en la cabecita. Te hará un placaje con el que te sentirás gratamente correspondido. También puedes tumbarte al sol para echaros una siestecita juntos, o compartir el sofá junto con una rascadita. Vamos, una vida gatuna en la que solo os faltará hablar… y que te contesten en el mismo idioma.
Si quieres aprender con Nyno y agrandar tu familia con un increíble gatete, ven a conocerle, adoptale, dale un hogar para siempre.