Me llamo PAULOVA y malvivía en la calle y con el peligro que corremos los gatos blancos cuando estamos todo el día expuestos a los rayos solares ya que la mayoría acabamos desarrollando cáncer de piel. De vez en cuando nos echaban algo de comer. Un día vinieron unos voluntarios de una asociación y nos capturaron a mi y a mis hijos para castrarnos. La idea era castrarnos y volver a soltarnos en el mismo sitio pero la señora que de vez en cuando nos alimentaba les dijo que ya no pensaba seguir echándonos comida. Por este motivo no se atrevieron a soltarnos y pidieron ayuda a la Asociación ALBA para ver si nos podían encontrar una familia. Ya estamos preparados y aunque somos un poco tímidos, nos dejamos tocar y con la tranquilidad de un hogar y el cariño de una familia, llegaremos a ser unos gatos sociables y felices. Nos echas una patita?.

Ya está castrada y vacunada. Tiene el rabo más corto de lo normal.
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Test FELV/FIV negativo.

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